AUMENTAN LOS INTENTOS DE FRAUDES AL SEGURO 

El fraude al seguro se produce cuando el asegurado o beneficiario en la póliza, mienten a la compañía aseguradora comunicándole el acaecimiento de un siniestro con el objetivo de obtener un beneficio económico de ello.

Este tipo de actos delictivos engloban todas las ramas del negocio asegurador, ya sea automóviles, hogar, vida, salud, accidentes, comercio, responsabilidad civil etc. Sin embargo, dentro de estos, hay algunos más afectado que otros. Según ICEA, el seguro de automóviles es el más afectado por esta actividad con un 63,3% del total de los fraudes detectados. Al ser un seguro obligatorio y debido al gran número de vehículos existentes en nuestro país, ello hace predominar el fraude a este tipo de seguro frente a cualquier otro.

Después de este, los fraudes más habituales se dan en los seguros de hogar, comercio, pymes, responsabilidad civil y comunidades de vecinos, representando un total del 29,4% de los fraudes a compañías aseguradoras. Solo el 1% corresponde a los seguros de vida, accidente y salud.

Para el sector asegurador, el principal problema radica en la falta de concienciación de la sociedad, que consideran este acto como algo no delictivo, y parecen disculpar la conducta del defraudador. Si embargo, las propias aseguradoras tampoco intentan darle la vuelta a esta situación, puesto que son muy pocos los caso que acaban siendo denunciados.

El esfuerzo de las compañías de seguro se centra, hoy en día, en descubrir posibles casos de estafa, con la ayuda de peritos especializados que comprueban las circunstancias del siniestro y valoran los daños, además de contar con la ayuda de detectives privados, gracias a lo cual, según fuentes del sector del seguro, han logrado disminuir los casos de fraude.




Fuente: INESE